PANCHO

Es un perrito que fue encontrado en Sevilla en la calle. Le calcularon 8 años de edad. Se cuenta que su dueña (una mujer mayor) no podía quedarse con él porque ya era mayor y tenía que irse una residencia. Por desgracia, la hija de esta señora no quiso cuidar de Pancho y lo dejó en la calle.

Por suerte, un refugio de gatos de Sevilla lo acogió. Al poco descubrieron que cojeaba de la pata trasera derecha y, después de revisarle varios veterinarios, le diagnosticaron “rotura de los ligamentos cruzados” en esa rodilla.

La asociación pidió ayuda y una ONG de Madrid se ofreció a realizarle la operación gratuitamente. Pero Pancho necesitaba una casa de acogida en Madrid.

En esos momentos, yo estaba realizando el curso de Terapia Craneosacral en El Nahual y mi profesora, Rocío Puche, nos preguntó si alguno podía quedarse con Pancho durante la operación y recuperación. Me ofrecí yo porque tengo espacio en mi casa y , además, Dance, Vhera (mis perros) y Amsty (mi gato) son muy sociables.

El hecho también de acogerle, era intentar curar su problema con nuestra terapia y así evitar posibles operaciones, con las que siempre se corren riesgos.

Desde que llegó, fue tratado por mi en casa y por mis compañeros y profesora, cuando acudía con él al curso.

Pancho llegó en noviembre del 2015 a mi casa y ahora, en abril de 2016 lleva ya tres meses totalmente recuperado. No ha necesitado la operación. Además, en este tiempo mis hijos y yo nos hemos enamorado de él porque es adorable y, al final, hemos decidido adoptarlo.

Pancho es ahora un perro totalmente diferente a cuando llegó aquí. Es súper simpático, cariñoso y corre y salta como un cachorro. Cuando queráis os lo presento.